viernes, 17 de marzo de 2023


Todo proceso es efecto de un movimiento anterior, 
y causa de un movimiento  posterior.

Podemos decir que se denomina efecto dominó a las consecuencias que un hecho tiene sobre otro, generando que se repliquen los mismos sucesos, los que a su vez serán vueltos a observar en otros nuevos, en forma encadenada.
Dicha acción se replica y expande generando en cada mundo un efecto a través de cual será transformado. Tal acción tiene lugar en las sensaciones, en la mente, y en consecuencia, en la alteración del ADN individual, el cual está compuesto por 23 pares de cromosomas, modificando su información para obtener resultados más beneficiosos en el organismo y en la salud integral.
En el dominó, cada ficha contiene números, siendo los mismos el origen de toda la existencia. Encierran en sí mismos claves secretas de la esencia del Universo. De forma simbólica si ordenamos el movimiento de las fichas en positivo, haremos que esos números que representan existencias se vuelvan a acomodar para lograr una estabilidad desde cada ficha, todas juntas, sin depender del movimiento que realiza la de al lado. Todas erguidas, conectando lo elevado y lo terrenal, simbolizando cada ser humano sobre el planeta tierra siendo parte activa del próximo efecto dominó, movimiento que ya comenzó a nivel cultural, científico y sobre todo en el sentir amor que desea ser parte de una humanidad en armonía de evolución.
Lo que conecta una ficha con las demás es un delgado invisible hilo azul…
Existe un hilo rojo que conecta a las personas de forma invisible desde el amor, las une, las separa, se flexibiliza, se extiende o acorta, pero no se corta. De la misma forma existe un hilo azul, que va entrelazando a aquellas fichas que desean realizar un movimiento contrario a aquel que de alguna manera las hizo caer, para levantarse una y otra vez, resilientes y fortalecidas. Es momento de estar unidas, desde cada una erguida, siendo en sí mismas conexión en armonía entre el Cielo, el Ser Humano y la Tierra.